PRUDENCIO CAMONES RODRIGUEZ, UN MAESTRO EN PIE DE
LUCHA
Cuando Prudencio Camones Rodríguez ingresó a
nuestra aula del Segundo “C” en 1958, se incorporaba a la plana docente
leonciopradina para pertenecer a ella por el resto de su vida.
Fue así, porque desde ese día, con su
presencia de hombre sencillo, luciendo sus rasgos andinos, propios de la tierra
ancashina de Aija, donde nació un 28 de abril de 1922; fue conquistando con su gran capacidad docente
el respeto de sus colegas, así como llegando al corazón de los alumnos, que
veían a él no solamente al profesor del curso sino a un maestro.
Sus clases sencillas y comprensibles,
luciendo una gran capacidad pedagógica, formado en la vieja casona sanmarquina,
nos entregó en quinto año sus lecciones de Filosofúa, Lógica y Economía
Política, pero por sobre todo su inmensa humanidad; hacía que el conocimiento
lo contrastáramos con la realidad y lo analizáramos, logrando de esta manera
que sintiéramos la importancia de saber para transformar nuestra realidad.
De esta manera fuimos encontrando en él a un
amigo, un sincero compañero en el que podíamos confiar nuestras preocupaciones
ante las incógnitas que nos deparaba un mundo bipolar, una sociedad con
conflictos, para encontrar siempre la respuesta serena, alturada, que fluyendo
espontánea, sin imperio, libere de la duda.
Esos méritos se fueron haciendo trascendentes
en el ámbito de la colectividad huanuqueña, que fue expresando su aprecio y reconocimiento al maestro, en quien reconocían
los méritos de un impecable ejercicio profesional, en el que se apreciaba la
simbiosis de una admirable calidad pedagógica unida a una sincera vocación
magisterial.
Así, por mérito propio fue ascendiendo en las jerarquías académico
administrativas, hasta llegar en 1974 al cargo de Director, en ese entonces el
colegio recibía la denominación de Centro Base, en este cargo permaneció hasta
1983.
Fue justamente que al llegar a la función
tuvo que enfrentar un conflicto con las
autoridades educativas, siendo injustamente separado del cargo. En un gesto
histórico los alumnos tomaron el colegio, en el que permanecieron por varios
días, hasta que fuera repuesto su director, quién concurrió al llamado de los
estudiantes con su andar sencillo, siendo ingresado en hombros al claustro
leonciopradino.
Las autoridades educativas se vieron
obligadas a reponer en el cargo al Profesor Prudencio Camones, ante la
complacencia de los estudiantes, los profesores, los padres de familia y la
comunidad huanuqueña, que siempre vio en él a un maestro identificado con las
más nobles aspiraciones del pueblo.
Mas cuando dejó el claustro leonciopradino
continuo su carrera en el Colegio Nacional Illa Thupa, donde fue director durante
varios años.
En medio del reconocimiento general cesó en
sus funciones de docente de Educación Secundaria, habiendo continuado el
ejercicio docente en la Universidad Privada Huánuco.
Luego, en medio de la estimación del pueblo
de huanuqueño, fijó definitivamente su
residencia en nuestra tierra, convertido en un huanuqueño más, domiciliando en
Las Orquideas N° 241, en Paucarbambilla a la que él consideraba el lugar más bello de
Huánuco, habiendo desempeñado cargos de carácter vecinales, representando a los pobladores de su zona que lo miraban con grande respeto.
Al conversar un día con él el “Día del Colegio” nos
dijo que el único Maestro es Cristo, por eso él siempre ha seguido sus
enseñanzas para enseñar la verdad y la justicia, y hacer de la educación una
tarea social.
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