viernes, 9 de mayo de 2014





PRUDENCIO CAMONES RODRIGUEZ, UN MAESTRO EN PIE DE LUCHA


Cuando Prudencio Camones Rodríguez ingresó a nuestra aula del Segundo “C” en 1958, se incorporaba a la plana docente leonciopradina para pertenecer a ella por el resto de su vida.

Fue así, porque desde ese día, con su presencia de hombre sencillo, luciendo sus rasgos andinos, propios de la tierra ancashina de Aija, donde nació un 28 de abril de 1922;  fue conquistando con su gran capacidad docente el respeto de sus colegas, así como llegando al corazón de los alumnos, que veían a él no solamente al profesor del curso sino a un maestro.

Sus clases sencillas y comprensibles, luciendo una gran capacidad pedagógica, formado en la vieja casona sanmarquina, nos entregó en quinto año sus lecciones de Filosofúa, Lógica y Economía Política, pero por sobre todo su inmensa humanidad; hacía que el conocimiento lo contrastáramos con la realidad y lo analizáramos, logrando de esta manera que sintiéramos la importancia de saber para transformar nuestra realidad.

De esta manera fuimos encontrando en él a un amigo, un sincero compañero en el que podíamos confiar nuestras preocupaciones ante las incógnitas que nos deparaba un mundo bipolar, una sociedad con conflictos, para encontrar siempre la respuesta serena, alturada, que fluyendo espontánea, sin imperio, libere de la duda.

Esos méritos se fueron haciendo trascendentes en el ámbito de la colectividad huanuqueña, que fue expresando su aprecio y  reconocimiento al maestro, en quien reconocían los méritos de un impecable ejercicio profesional, en el que se apreciaba la simbiosis de una admirable calidad pedagógica unida a una sincera vocación magisterial.

Así, por mérito propio  fue ascendiendo en las jerarquías académico administrativas, hasta llegar en 1974 al cargo de Director, en ese entonces el colegio recibía la denominación de Centro Base, en este cargo permaneció hasta 1983.

Fue justamente que al llegar a la función tuvo que enfrentar un conflicto con  las autoridades educativas, siendo injustamente separado del cargo. En un gesto histórico los alumnos tomaron el colegio, en el que permanecieron por varios días, hasta que fuera repuesto su director, quién concurrió al llamado de los estudiantes con su andar sencillo, siendo ingresado en hombros al claustro leonciopradino.

Las autoridades educativas se vieron obligadas a reponer en el cargo al Profesor Prudencio Camones, ante la complacencia de los estudiantes, los profesores, los padres de familia y la comunidad huanuqueña, que siempre vio en él a un maestro identificado con las más nobles aspiraciones del pueblo.

Mas cuando dejó el claustro leonciopradino continuo su carrera en el Colegio Nacional Illa Thupa, donde fue director durante varios años.

En medio del reconocimiento general cesó en sus funciones de docente de Educación Secundaria, habiendo continuado el ejercicio docente en la Universidad Privada Huánuco.

Luego, en medio de la estimación del pueblo de huanuqueño,  fijó definitivamente su residencia en nuestra tierra, convertido en un huanuqueño más, domiciliando en Las Orquideas N° 241, en Paucarbambilla a la  que él consideraba el lugar más bello de Huánuco, habiendo desempeñado cargos de carácter vecinales, representando a los pobladores de su zona que lo miraban con grande respeto. 

Al conversar un día  con él el “Día del Colegio” nos dijo que el único Maestro es Cristo, por eso él siempre ha seguido sus enseñanzas para enseñar la verdad y la justicia, y hacer de la educación una tarea social.











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