LA PROMOCION 1961
Veníamos muchos desde la primaria, otros de
los primeros años de secundaria, mas cuando llegamos a cuarto se produjo una
división, a la que llamaron reforma, dividieron a los alumnos en letras y ciencias.
De manera tal que los dos últimos años se habrían de llevar con cursos propios
de cada especialidad. En esta forma el aula del 4° A fue la de Letras y las de
4° B y 4° C las de Ciencias. Para el quinto las secciones de ciencias fueron la
A y B, y la C fue la de letras.
Finalmente todos éramos de la promoción, en
algún momento fuimos compañeros de aula en los años anteriores con muchos de
los colegas que ahora estaban en otra sección, nos conocíamos e identificábamos
plenamente. Pero ahora sí, los dos últimos años, las aulas de Letras y Ciencias
fueron invariables.
Así llegamos al quinto, el último año de
nuestra vida escolar y habíamos gozado también de nuestras últimas vacaciones
escolares. Las vacaciones siempre traían nuevos vientos en nuestra maduración,
unos venían más crecidos, mas robustos, otros mostrando nuevas inquietudes,
muchos ya empezaban a dejar el tema de las películas y del fútbol para hablar
de las hembritas o de las primeras aventuras sexuales, y los cuadernos, como
dice la canción de José Escajadillo tirados en un rincón, primero es el corazón … ya nos acordaríamos de ellos cuando se aproximen los exámenes.
Sin embargo había oportunidades en que nos integrábamos
a los temas o intereses colectivos y participábamos con acciones como fue el
caso cuando se presentó el conflicto
limítrofe con Ecuador.
Junto con esto había un asunto que en común
preocupaba a todos, pero sobre el cual cada uno guardaba reserva, era el
relacionado a que iríamos a hacer cuando dejemos las aulas. Habían quienes ya
tenían definido su proyecto profesional, el mismo que se vio grandemente
favorecido por el establecimiento de la Filial de la Universidad Comunal del
Centro en Huánuco, con las Facultades de Educación y Agronomía desde el año
anterior.
Mientras tanto Estados Unidos y la URSS
libraban su lucha por la conquista del espacio. Cuando recién habíamos
retornado a las aulas para cursar nuestro último año de estudios en las aulas
leonciopradinas, justamente el 12 de abril, el astronauta soviético Yuri
Gagarín se constituyó en el primer hombre que orbitó el espacio, lo hizo en el
satélite Sputnik I, permaneciendo algo menos de dos horas fuera del planeta.
Estos acontecimientos se vinieron a sumar al
tema de la Revolución Cubana en nuestras conversaciones, incrementando nuestra
inquietud frente al enfrentamiento de las dos potencias, con las naturales
discrepancias que se empezaban a manifestar de acuerdo a las tendencias de los
estudiantes, las mismas que las llevaríamos en comentarios y conversaciones
hasta cuando dejamos las aulas.
Junto a este hecho que conmocionó al mundo en
el Perú llegó una noticia que alborotó la pasividad deportiva nacional y que
causó revuelo, la obtención por primera vez de un campeonato mundial: el
billarista Adolfo Suarez Perret había obtenido el título mundial de billar de
tres bandas al derrotar al belga Ceulemans. Los cultores del billar, entre
ellos Picuro Egoávil del Quinto “B” saltaron en un solo pie para proclamar al
billar deporte nacional. La afición por el taco de pronto tomo preferencia y
hasta el austero Juan Soberón empezó a frecuentar el billar Primavera.
Todavía no salíamos de nuestro asombro de la
hazaña soviética, cuando el 5 de mayo Alan Shepard se constituye en el primer
astronauta norteamericano en el espacio,
tripulando la nave Mercury 3, alcanzaría una altura de 187 kms. En un
vuelo de 15 minutos.
Veíamos las evidencias claras de la lucha por
hegemonizar el mundo. John F. Kennedy gobernaba la USA y Nikita Kruschev la
URSS. Mas estos gobernantes abrirían las puertas de las relaciones diplomáticas
y el 20 de mayo conciertan una cita para reunirse los días 3 y 4 de junio.
La revolución cubana había empezado a
preocupar a Estados Unidos y en el mes de mayo decidió crear la Alianza para el
Progreso, con la finalidad de brindar ayuda financiera a los llamados países en
desarrollo que no son otros que los países subdesarrollados como el nuestro.
En el Perú la campaña electoral ya se había
iniciado, el candidato Manuel A, Odría visitó la ciudad de Huancayo un día 20
de mayo. Cuando pronunciaba su discurso en la Plaza Huamanmarca le impactó una
piedra en la cabeza causándole una herida, la prensa capitalina jocosamente
llamó a esta pedrada “la piedra a la huancaína” en alusión a la papa a la
huancaína. Este suceso agudizó los enfrentamientos entre odriístas y apristas a
quienes culpaban de este incidente.
Se había desplegado una intensa propaganda
mediante afiches y en más de una oportunidad ingresaron a nuestras aulas a
darnos charlas sobre el Censo Nacional de Población y Vivienda que se realizó
el 1 de junio y con el cual nos comprometían a colaborar, muchos estudiantes lo
hicieron pero quedaron decepcionados con
el proceder del entonces Subprefecto de la Provincia encargado de la
Prefectura.
Ese mismo día 1 de junio se produjo a través
de una radioemisora capitalina el debate entre el candidato a la presidencia
General Manuel A. Odría y el dirigente democristiano residente en Huánuco Ing.
Rafael Cubas Vinatea, que después postularía a la Vice Presidencia de la
República. El tema fue materia de comentario en la ciudad.
Las dictaduras eran rechazadas en el ámbito
latinoamericano y el 4 de junio conmocionó el asesinato del dictador haitiano
Leonidas Trujillo, causando controversias de diferente índole.
El 4 de junio Luisa Cuculiza fue
coronada “Señorita Huánuco” en el Club Huánuco, como representante al concurso
de “Miss Perú”, certamen en el que quedó clasificada entre las diez finalistas.
La ganadora fue Medalit Galino.
Las páginas rojas de los periódicos lucían
espectaculares con el inicio del juicio y el proceso a Luis D’Unian Dulanto el
tristemente célebre “Tatán”, donde vimos por primera vez la figura de Carlos
Enrique Melgar como abogado del inculpado.
El Negro Cabanillas era noticia de todos los
lunes con los goles que habitualmente marcaba como delantero del Alianza Lima.
Estaba peleando el puesto con Sucre Flores, Juan Nakajata y Perico León, pero
casi siempre aparecía como titular en el centro de la ofensiva blanquiazul, los
periódicos destacaban su fuerza y potencia goleadora.
Como era tradicional los alumnos del cuarto
año daban la despedida a los alumnos del quinto, parte de esta tradición era la
reunión de la promoción del colegio con la promoción del colegio de Nuestra
Señora de las Mercedes, con la que se realizaban actividades conjuntas para
financiar el baile de despedida. Así fue que se coordinaron reuniones con las
alumnas del cuarto año de las Mercedes, las mismas que se realizaron en el
domicilio de Santos Jaimes y de Pedro Bazán, conformándose una directiva mixta.
Se realizaron varias fiestas, al final no se materializó la idea del baile de
despedida a la promoción, hecho que también se proyectó sobre nosotros por que
tampoco nos hicieron fiesta de despedida
ni hicimos fiesta de promoción.
Mas en 1961 se suscitarían una serie de
hechos que marcarían el futuro del mundo, uno de ellos tuvo lugar el 13 de
agosto, cuando nosotros nos preparábamos para ir a Puelles llegaron los
periódicos noticiando en primera página que la capital alemana de Berlín se
había levantado un muro, que dividía Alemania en dos: oriental y occidental.
Había nacido el símbolo más sólido de la Guerra Fría.
Mientras que en el Perú el Arquitecto
Fernando Belaunde era proclamado
candidato para las elecciones que se celebrarían el año siguiente. En el aula se expresaban las simpatías políticas, había
militantes abiertamente apristas como Beto Lara, también lo habían en otros
salones del quinto como Picuro Egoávil y el Pato Jaimes; Pedraza expresaba su simpatía por Belaunde; socialistas como Juan Soberón, mas eran evidentes y cuantiosas
eran las muestras de interés por la Revolución Cubana.
En esa época nace el Frente de Defensa del
Petróleo, enarbolando las banderas de la nacionalización de este recurso
natural, estaban entre los abanderados Efraín Ruiz Caro, Carlos Malpica y
Benavides Correa, Juan Soberón era un asiduo lector de los documentos de esta
organización.
Brasil era el país que reinaba en el fútbol
mundial, Pelé ya era el indiscutido ídolo mundial, se preparaba la nueva cita
de la Jules Rimet, esta vez era Chile el lugar escogido. En los grupos
eliminatorios Perú había sido ubicado con Colombia, lo cual significaba una
gran facilidad para el equipo albirojo que ya había sido considerado inclusive
para jugar en la sub sede de Arica. Sin embargo caímos eliminados por los
colombianos, en el primer encuentro perdimos en Bogotá uno a cero y en el partido
de vuelta empatamos a un gol, con un tanto de penal que anotó Faustino Delgado.
Nadie creía en la eliminación. Ya no se contaban con los jugadores que habían
brillado en 1959 en el sudamericano de Argentina.
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