EL
PADRE MOJICA Y LA GUADALUPANA
Su figura había desfilado por el celuloide y su voz había llenado de
melodía los gramófonos de la época, mientras que las artistas de entonces se
disputaban por compartir con él rol en una escena romántica.
Hasta que de pronto sintió el llamado de Dios y este astro de la
pantalla mejicana decidió por el camino de Dios y llevó sus pasos hacia la
Congregación Franciscana, ahí decidiría
por azahar su destino, que fue fijado en la ciudad peruana del Cusco.
De esta manera llegó al Perú Fray José de Guadalupe Mojica, que un día
diez de julio de 1961 llegó a Huanuco trayendo la sagrada imagen de la Virgen
de Guadalupe, con su franciscano ropaje de humildad y su sonrisa llena de
bondad.
Visitó el colegio y no recuerdo si celebró o no misa, lo cierto que
después salimos con él a caminar las calles conversando amenamente, gozando de
su bondad. Lo habíamos acompañado en la procesión de la Guadalupana , de la Virgen Morena, que llegaba
hasta nosotros como un regalo de hermandad de la tierra mejicana.
La imagen, en ceremonia especial, fue colocada en la Iglesia Catedral
por el Obispo de Huánuco Monseñor Ignacio Arbulú Pineda.
Dejó en la población un halo de bondad, de mística religiosa, su
persona fue recordada por mucho tiempo, el cine desbordó cuando exhibieron la
película El Pórtico de la
Gloria donde él es el artista principal.
Este fue uno de los más importantes hechos que se dieron en Huanuco
durante nuestro último año de estudios.
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